Se publica El jinete morisco

Rodrigo de Zayas revela en una novela los antecedentes de la expulsión de los moriscos en 1609

El historiador, ensayista y musicólogo de origen sevillano Rodrigo de Zayas acaba de publicar con la editorial Almuzara la obra titulada El jinete morisco. Escrita desde el más absoluto rigor y con el aval de una prosa impecable, el autor teje en esta novela histórica, rebosante de detalles, un tapiz en torno a una época y unos hechos todavía hoy no suficientemente plasmados en nuestra literatura como es el alzamiento de los moriscos en la llamada "Rebelión de las Alpujarras" que tuvo lugar entre 1567 y 1571 . Un levantamiento en armas de la población morisca granadina provocado para dar respuesta al edicto -la Pragmática- que limitaba sus libertades religiosas. Un hecho que cobra en estas páginas una intensidad insólita, y adentrará al lector en un periodo esencial y poco divulgado del acervo español que desembocará en 1609 con la expulsión de los moricos bajo el reinado de Felipe III.

En un tiempo en el que la vida y la muerte pendían del frágil hilo de la fe, El jinete morisco es la historia de una espada, la Leona, forjada por el mejor armero del reino de Granada, y legendaria tras la batalla de al-Xarquía, en la que no menos de cien nazarenos -o cristianos- sucumbieron bajo su ley. Y es la historia, claro está, de su dueño: Fares, también llamado Shams. Un joven morisco hijo de un gran guerrero, testigo de excepción y víctima al mismo tiempo de la carrera por la limpieza de sangre que, a mediados del siglo XVI, bajo el reinado de Felipe II, condenó a todo un pueblo al ostracismo y la infamia.

Rodrigo de Zayas es historiador, ensayista, novelista y musicólogo de origen sevillano, nacido en Madrid en 1935. Cursó estudios segundarios y superiores en Grenoble, Nueva York, Damasco y París. Se expresa en cuatro idiomas: español, francés, italiano e inglés. Tras una carrera musical internacional, ha publicado una veintena de libros y sendos artículos en España y Francia. En 2004, el gobierno francés le impuso el título de Caballero de las Artes y de las Letras.