Abro los ojos.
No veo nada. La oscuridad me envuelve.
El silencio es aterrador. Me duele la cabeza.
¿Dónde estoy? ¿Qué me ha pasado?
Estoy aturdido. Lo último que recuerdo es la pelea con ese maldito cabrón de John. Cuando me recupere iré en su busca para reventarle los ojos. Le haré gritar como a un cerdo.
Pero, ¿dónde estoy? Oigo risas. ¿Quién está ahí?
¿Qué hago tumbado? Me intento incorporar abriendo los brazos, pero apenas puedo alejarlos de mi cuerpo. Estoy entre dos paredes. No tengo espacio para moverme. Intento alzarme y me golpeo la cabeza... ¿dónde demonios estoy? Palpo mi alrededor... lo que había confundido con paredes, no lo son... ¡Estos cabrones me han encerrado en una caja!
Oigo un ruido fuerte y sordo seguido de uno más largo que se desvanece. Como garbanzos cayendo sobre un suelo de madera. No estoy seguro. Vuelvo a oír esas malditas risas. Hijos de puta!
Sigo sin ver nada. Me mareo.
Tengo un dolor penetrante en la parte trasera de la cabeza. ¡Me golpearon y me metieron en esta caja mientras estaba inconsciente!
Oigo un gemido cerca... y otra vez el ruido de los garbanzos que caen.
Asfixia.
Cada vez me cuesta más inhalar aire. Me quedo sin aliento. Me siento como clavado en el suelo. Me cuesta moverme. Cada vez me queda menos aire. Es como si tuviera algodón en la garganta. Imposible tragar saliva. Mi corazón empieza a palpitar frenéticamente. No consigo respirar correctamente.
Oigo otra vez aquel gemido que se eleva, para luego bajar, cada vez más, hasta morir lentamente. El corazón me golpea como un martillo.
No me encuentro bien. Tengo el estomago agarrotado y empiezo a sudar. Calor emana de mi como si tuviera una estufa metida entre las costillas. Intento pedir ayuda y todo lo que sale de mi garganta es un susurro incomprensible... otro gemido... ¡Dios! Me acabo de dar cuenta de soy yo el origen de los gemidos... ¿Qué me está pasando?
Cada vez me cuesta más respirar y mi corazón golpea con mayor violencia. Siento mis ojos desmesuradamente abiertos a pesar de no ver nada y se me taponan los oídos.
Mi cuerpo no responde. Es como si no obedeciera a mi cerebro. Pierdo el control, me desvanezco.
<em>Estoy en un ascensor de lujo. El suelo es de mármol, las paredes parecen de bronce y en lugar de un indicador de posición, hay una pantalla TFT mostrando publicidad de las tiendas de las calles cercanas. No tengo claro qué hago aquí, pero debo dirigirme al tercero. Así que pulso el botón con la indicación numero 3. Una luz alrededor del tres se enciende y el ascensor arranca. La pantalla muestra en uno de sus laterales los pisos que van pasando. El primero... el segundo... el tercero... se ha pasado de piso... quinto... sexto... se para en el séptimo... abre las puertas.
Había oído hablar de estos ascensores de última generación que disponen de un ordenador como cerebro de la instalación. Supongo que como todo este tipo de sistemas , a veces falla. Como no hay nadie en ese piso para meterse en el ascensor, vuelvo a pulsar el botón número tres. Las puertas se cierran y el ascensor se pone a bajar... vuelve a pasar el tercero sin pararse. Llego al segundo y se abren las puertas... podría salir y subir un piso andando, pero estoy cansado, ha sido un día muy duro. Volveré a probar suerte, pulso el tres. Esta vez las puertas se cierran más lentamente, como si el ascensor hubiera cogido vida propia, como si se acabara de despertar de un largo letargo de forma perezosa. Empiezo a arrepentirme de haberme quedado. Las puertas se ponen a chirriar mientras terminan de cerrarse. El pulsador tres se mantiene iluminado... pero la cabina no se mueve.
¿Qué está pasando? Vuelvo a pulsar el tres, pero no ocurre nada. Debería estar subiendo ya. Pulso el botón para abrir las puertas, pero el ascensor se queda parado y no se abren las malditas puertas. Sólo era un piso, debía haber salido y haber cogido las escaleras. Pulso el cuarto, el pulsador se ilumina. Pero no ocurre nada.
<em>Me empiezo a sentir agobiado entre estas cuatro paredes. ¿ Que ocurrirá si me quedo encerrado?¿Y si tardan demasiado tiempo en rescatarme? ¿Y si consumo todo el aire que está en la cabina? Estoy tentado de pulsar la alarma... ¿Y si nadie la oye?... ¿Y si cae el ascensor? Debo tranquilizarme, seguro que se ha quedado atascado por algún motivo y arranca de un momento a otro. Haré una última tentativa.</em>
Pulso el quinto, ahora son tres los números iluminados, el tres, el cuatro y el cinco. Tras unos segundos, por fin, el ascensor empieza a subir... pasa el tercero... pasa el cuarto...pasa el quinto... esta vez, aunque se pare en el séptimo, me bajo y cojo las escaleras... pasa el séptimo... bueno, el edifico tiene nueve plantas... pasa el octavo... pues nada, que se paré en el último y me bajo... pasa el noveno... ¿Cómo es posible?... pasa el decimo...me pongo nervioso, se me acelera la respiración... pasa el undécimo... empiezo a sudar, me estoy ahogando...pasa el duodécimo... pulso la alarma de forma histérica, pero no suena ninguna sirena... llego al treceavo... el ascensor se para... ¡pero si sólo existen nueve plantas en este edificio ¿dónde demonios he ido a parar?...ante mi sorpresa las puertas se abren. Saco la cabeza, pero el resto de mi cuerpo permanece dentro de la cabina. Las puertas hacen un amago de cerrar, me asusto, doy un paso atrás. ¿Qué debo hacer? Fuera no hay nada... es como si todo estuviera en construcción. El ascensor está rodeado de andamios... andamios que me transmiten poca seguridad ... parecen dispuestos a caer en cualquier momento... no hay nada más. No puedo salir... ¿y si me caigo? Se cierran las puertas de golpe..., el ascensor vuelve a subir... ¿a dónde?... acelera... sigue acelerando... dieciochoavo... no puede ser ¿qué me está pasando?... sigue acelerando... veintitresavo... quiero salir... ¿me estoy volviendo loco? Debe ser un sueño... esto lo explicaría todo... recuerdo la oscuridad. La sensación de asfixia parece tan real... oigo risas a lo lejos... es John, pero él no está aquí. No está en el sueño. Los garbanzos que se caen... los he vuelto a oír ¿Son realmente garbanzos?... Tengo que volver, romper el hechizo, salir de este sueño. Este ascensor no es real.</em>
Me despierto. Abro los ojos.
Todo está negro. No veo nada.
John se ríe allí fuera.
¿Y me tira garbanzos? No. ¡Demonios! Ese ruido ya sé lo que es... ¿Cómo he podido equivocarme hasta ese punto? No son garbanzos,... ¡Es tierra!... tierra que golpea al caer sobre esta maldita caja de pino en la que estoy metido. Ese hijo de puta me está preparando un jodido entierro prematuro. ¡Me está enterrando vivo!
Me vuelve a faltar el aire. Esto es una espantosa tortura. Empiezo a temblar. Oigo como rechinan mis dientes. El corazón se vuelve a acelerar. Esto es insoportable!
Me vuelvo a desvanecer.
¿Sueño?
Abro los ojos.
La espantosa tiniebla sigue presente pero ya no se oyen ruidos. ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente? John estará seguramente ya en algún bar, emborrachándose y riendo como un condenado por su hazaña.
Tengo que salir de aquí.
Tengo miedo. Intento empujar la tapa, imposible. Intento separar la tapa con los dedos., no puedo. Empiezo a arañar desesperadamente la tapa, una y otra vez ¿Cómo puedo salir? Pierdo la noción del tiempo.
Oigo mi respiración profunda y el rozamiento de partes solidas... ¿cuánto tiempo ha vuelto a pasar? ¿Cuánto tiempo llevo rasgando la tapa? De repente me conciencio del dolor en las extremidades de mis dedos. Mis manos están húmedas. Me acerco la mano derecha a la boca, chupo... sangre. Me meto los dedos en la boca... los huesos, siento los huesos... ¿he perdido la noción del tiempo y del dolor? ¿Estoy perdiendo los sentidos? Tengo que recuperarme o nunca saldré de aquí.
Empiezo a golpear la tapa con las rodillas una y otra vez. De repente parece ceder... ¿? ...Vuelvo a golpear otra vez con más fuerza... ¿no es madera? ¿Un aglomerado? ¿Chapacumen? ¿Cómo es posible? Vuelvo a golpear y consigo hacer un agujero. Entra tierra. Vuelvo a golpear y agrando el agujero. Más tierra. Ja ja ja. Todo parece tan cerca, sin embargo me siento débil. Si consigo romper la caja del todo, tendré que intentar salir rápidamente para no ahogarme con la tierra. Me falta aire.
Consigo realizar tres golpes seguidos y violentos. He partido la tapa, toda la tierra me cae encima. Intento hacerme un camino, pero estoy exhausto... ¡jajaja! Me motiva pensar en la cara que pondrá John, cuando me vea en frente suyo, con un palo de beisbol en la mano. Esperaré unos días para ello, cuestión de recuperar fuerzas. Qué bueno sería.
Otro esfuerzo más. Trago tierra. Un último esfuerzo y me impulso hacia arriba.
¡Providencia! Consigo sacar la cabeza. No había mucha tierra encima mío. Escupo la tierra que tengo en la boca. Ja ja ja. Estúpido John, me has subestimado. Ni te has esforzado en poner una madera fuerte en mi cajón particular. Deberías haber sabido que merezco un buen roble como mínimo. Ja ja ja. Y tampoco te has molestado en poner mucha tierra encima, casi parece que inconscientemente me estuvieras ayudando a escapar. Ja ja ja. ¡Espera que te pille y verás!
Por el momento sólo he conseguido sacar un brazo y la cabeza hasta la superficie. Pero necesito recuperar. El esfuerzo ha sido brutal.
Que agradable es respirar aire libre. Estoy tan agotado que descansaré un momento antes de salir completamente. Casi me dan ganas de dormir. Pero no lo haré hasta salir de aquí.
Oigo un ruido detrás de mí, giro la cabeza y me encuentro cara a cara con John. Esta a cuatro patas delante mío, sonriendo como un demonio, sus ojos llenos de sangre parecen perdidos en la locura. Tiene la mano derecha alzada justo encima de mi cabeza. Su mano mantiene firmemente un martillo. Se prepara a bajar el brazo con todas sus fuerzas y yo, cierro los ojos, una vez más, pero esta vez, para no volver a abrirlos.
¿Por fin veo la luz?
Querido amigo,
Muy opresivo y muy bueno el final, ya veo que eres un maestro en hacer la pregunta adecuada en el momento adecuado..
me gustaría que leyeras mi otro cuento, empiza como un texto argumentativo sumamente plomazo (que por supuesto, yo adoro) y acaba como un típico relato breve. Venga, machácame que ya hay confianza.