Ea, publicado. Soy prímer. Y eso que mi padre, que hizo la mili, me advirtió que nunca fuera el primero para nada (la anécdota completa da para otro relato corto).
Preveo una típica discusión sobre qué es o no fosco y los límites de la fosquedad. Es más, espero una discusión. Respetemos las costumbres, por favor. Si no, qué hacemos aquí.
Por cierto: 666 palabras, ni una más, ni una menos. Primer argumento a favor de su fosquedad.
Esta tarde tendréis el mío, para que lo disfrutéis / sufráis durante el finde.