SUMISIÓN EN PELIGRO
El día que consiguió pensar lo que quisiera sin que su amo se enterara, empezó a ser libre. Pero todavía no lo sabe.
SUMISIÓN EN PELIGRO
El día que consiguió pensar lo que quisiera sin que su amo se enterara, empezó a ser libre. Pero todavía no lo sabe.
Deseo
Abre los ojos y con felicidad comprueba que la playa es idéntica a la isla de sus sueños. Los cocoteros, la choza, el pozo e, incluso, peces que se dejan pescar. Radiante, se sienta a esperarla, sin saber que ella nunca vendrá; le solicitó demasiadas contraprestaciones al genio.
Dentro
-Un genio, un puto genio -se dijo tras colar, a una distancia de cinco pasos, el hueso de aceituna en la boca del muerto.
Otro lado
Beep, beep, beep… El cardiograma comenzó a picotear el silencio. Con un gesto grave, el médico retiró la manta que cubría el rostro del cuerpo sobre la camilla.
—No hay nada que hacer —les comunicó a los familiares—. Lo siento, está vivo.
El corazón me dice una cosa, la cabeza... La cabeza está bien en la bandeja, gracias.
Un mal momento lo tiene cualquiera
Deseé que el que escribe estas palabras fuera uno de esos que terminan diciendo que todo fue un sueño y me sacara vivo de esta.
Volando vengo, vengo.
(Eliminado por la autora porque tenía más de 50 palabras. Perdón)
Palabra: esta
Selección de personal
-¿Esta o esta?
-Esta.
-¿Esta o esta?
-Esta.
-¿Esta o esta?
-Esta.
El dueño del burdel lo tenía claro: en caso de duda, la tetuda.
Las tetas
Aturdido, pero satisfecho, repasa entre lágrimas las líneas que confirman que su mujer le engaña. Desde que ella aumentó la talla de sujetador, él ha vivido con la única obsesión de descubrir la infidelidad que estaba seguro sufriría: «¡Cómo he gozado con Benedetti!». ¿Y ahora qué?
DESAHUCIADO
Cuando ya no le queden uñas, ¿qué comerá?
Segundos platos
Entregados a su voracidad original, se devoraron con tal apetito que apenas dejaron nada para quienes vinieron detrás.
Tarde o temprano caerás rendido a mis pies.
SINIESTRO
Salió raro. En vez de hablar, grita; mientras los demás niños juegan, él escala muros o recta por los caminos. Duerme con los ojos entreabiertos. Le llaman el Lagartija, Hijo del Diablo… Lleva tres días desaparecido. Lo buscaron por todas partes. Menos detrás de la iglesia, entre las tumbas.
Visión
Paseo junto al río entre montones de mantillo hasta que advierto que no es tal. En el césped está aflorando tierra oscura de fosa. Bajo mis pies, algo cede haciéndose polvo. Estoy pisando tumbas, pienso aterrado. Por un momento, la ribera del Manzanares me muestra su verdadero aspecto.
Separación
Frente al espejo, realiza muecas divertidas, ríe, guiña un ojo, saca la lengua. Nada. No consigue cambiarle el semblante a su yo más responsable y éste le espeta: «Estoy con ella: yo tampoco te entiendo, payaso».
Anémona
Despliego mis látigos venenosos a su alrededor, cualquier otro quedaría paralizado con solo su contacto. Él, orgulloso de su insensibilidad, realiza su ritual de pleitesía: me acaricia, busca entre mis pliegues. Se entrega a fondo, sabe que solo si logra convencerme, me abriré de puertas a mi payaso, pez.
Volando vengo, vengo.
Memoria de pez
Vio la sangre resbalando sobre las paredes de la cocina.
—Dios mío... —sollozó.
Corrió hacia el salón. Descolgó el teléfono. Antes de marcar el número de urgencias, creyó oír que su mujer lo llamaba. «¿Qué querrá ahora?», pensó, malhumorado, camino de la cocina.
El corazón me dice una cosa, la cabeza... La cabeza está bien en la bandeja, gracias.
Nueve semanas y media
Llevábamos diez años juntos la noche que fuimos malos en la cocina. Abrí la nevera y empecé a desnudarla mientras la alimentaba. Un plátano, chocolate, nata. ¡Mmm, qué excitante! Pero con las fresas… Casi tres meses estuvo hospitalizada. Desde entonces, nuestra relación es otra.
PRUEBAS CONCLUYENTES
El cuento de ayer no me lo tragué, pero hoy sé que no miente. A mí no me convence con cualquier indicio, ¡cuánto le costó entenderlo! Ahora, sí. Incluso se ha podido ahorrar la braga en la cabeza, valía con traerla en un bolsillo. De acuerdo, tiene otra.
Soltero.
Tras mucha práctica logró ser ambidiestro. Cuando la mano derecha descubrió el engaño pidió el divorcio.
Lindo Vampiro, nos pisaste los juanetes por unos segundos...
Luego, si no evitamos colisionar contigo con nuestro 747 en una de tus salidas nocturnas, no te quejes.
Para esto, la palabra es divorcio
Volando vengo, vengo.
Lindo Vampiro, nos pisaste los juanetes por unos segundos...
Luego, si no evitamos colisionar contigo con nuestro 747 en una de tus salidas nocturnas, no te quejes.
Para esto, la palabra es divorcio
Ya quisiera yo colisionar con tan bello personal de vuelo una noche de estás...
la palabra es divorcio
Lindo Vampiro, nos pisaste los juanetes por unos segundos...
Luego, si no evitamos colisionar contigo con nuestro 747 en una de tus salidas nocturnas, no te quejes.
Para esto, la palabra es divorcio
Ya quisiera yo colisionar con tan bello personal de vuelo una noche de estás...
la palabra es divorcio
Mira que si nos buscas, nos vas a encontrar...
Divorcio
Volando vengo, vengo.
Chicas, aquí dentro hay eco, eco, eco.
Lindo Vampiro, nos pisaste los juanetes por unos segundos...
Luego, si no evitamos colisionar contigo con nuestro 747 en una de tus salidas nocturnas, no te quejes.
Para esto, la palabra es divorcio
Ya quisiera yo colisionar con tan bello personal de vuelo una noche de estás...
la palabra es divorcio
Mira que si nos buscas, nos vas a encontrar...
Divorcio
Volando vengo, vengo.
Todo es acostumbrarse
El divorcio solo dolió al principio, hasta que aprendió a andar con una sola pierna, respirar con un solo pulmón y ver el camino con un solo ojo.
El corazón me dice una cosa, la cabeza... La cabeza está bien en la bandeja, gracias.
Poema de amor
Mírame a los ojos mientras te abro en canal. No apartes la cara. Me gustas así, convulsa, oliendo a entraña caliente. No dejes de mirarme; de tu mirada saco fuerzas para seguir viviendo.
OPTIMISTA
Dedicó su vida a buscar la felicidad y no la halló. Pero no se rinde: espera, ilusionado, la dicha de la muerte.
Adivina quién viene a cenar esta noche
La profundidad de la mirada, la esbeltez en la figura, el manto oscuro que esconde su llegada, el filo de la guadaña siempre a punto y el eco de las sonrisas de tus enemigos rebotando entre sus parietales, ¿Quién viene?
Tarde o temprano caerás rendido a mis pies.
Muerto
Hace unas semanas, llamaron al timbre y un tipo me solicitó cien mil euros, que no tengo, para salvar la vida. Conseguí cerrarle la puerta, aunque no pude librarme de sus amenazas. Desde entonces, vivo recluido en mi casa, aislado del mundo por temor a que cumpla su palabra.
Paradoja
A menos palabras, más elipsis me cabe.
Volando vengo, vengo.
Petite vengeance
Su esposa era diminuta, cabía en cualquier parte: un cajón de la cómoda, un zapato, en el lapicero. Ella se tomó muy mal el divorcio. Por eso él no duerme por las noches; juraría que la otra madrugada la vio sobre una viga, conspirando con las ratas.
El corazón me dice una cosa, la cabeza... La cabeza está bien en la bandeja, gracias.
OcioZero · Condiciones de uso
Overbooking
Cuando llegan los meses de verano, nos ponemos los uniformes de guerra. Uno a uno van pasando por los servicios. Al llegar a la segunda escala, siempre hay diez o doce asientos libres.
Volando vengo, vengo.