Sustituta
Cuando la vieron en el lago, su desazón se convirtió en alegría. No dudaron en ponerse a jugar con ella, sin preocuparse por la repentina oscuridad que los rodeó. Solo entonces, dominado por el terror místico de una noche sin luz, aquel vecino huraño decidió devolverles la pelota.
Buen trabajo, soldado.Me retiro.
La derrota es el camino del débil.