60 metros cuadrados
Mi piso siempre me había parecido tan rígido como el que más, pero al llegar ella fue menguando mágica y gradualmente.
Ahora se ha vuelto tan grande que me pierdo entre estas paredes dos o tres veces al día.
60 metros cuadrados
Mi piso siempre me había parecido tan rígido como el que más, pero al llegar ella fue menguando mágica y gradualmente.
Ahora se ha vuelto tan grande que me pierdo entre estas paredes dos o tres veces al día.
60 metros cuadrados me parece muy visual, una casa elástica. Me ha gustado mucho ese perderse, y la historia que subyace bajo los metros de la casa.
Hogar, dulce hogar, cuenta el principio de la historia de Hansel y Gretel, o una historia parecida, algo se oculta tras esa jugosa sonrisa. Pero aparte de eso creo que le falta un toque para que brille, si es que no me he perdido nada.
Me voy a quedar con 60 metros cuadrados.
Leídos y releídos ambos micros, me gusta más 60 metros cuadrados y la ausencia que estira el pequeño espacio hasta convertirlo en una llanura donde perderse.
Hogar, dulce hogar (sin punto mejor) crea de manera muy acertada la estampa de Hansel y Gretel acercándose a la casita de chocolate (o eso he entendido) sin embargo, hecho de menos un giro. Me despista un poco el título.
¿Damos una vueltecita por tu pasado?
60 metros cuadrados pueden ser enormes cuando se está solo y muy pequeños cuando uno se siente lleno y grande. Esa casa elástica resume perfectamente una historia de amor… o de desamor.
Hogar, dulce hogar evoca el inicio del cuento de Hansel y Gretel. Me gustan los juegos del dulce del título, y la jugosa sonrisa; pero, en general, creo que le falta un remate que le dé más sustancia al micro.
Mi voto va para 60 metros cuadrados.
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Hogar, dulce hogar.
Miraron atónitos la casa que emergió de entre los árboles. Nunca imaginaron que algo así pudiera existir. Sus pies fueron por delante, mientras sus cabecitas soñaban con el recibimiento. En su interior, una jugosa sonrisa adornaba el rostro de la casera.