Guarda y custodia
Hoy era el día. Si declaraba contra mamá dejaría de quererle; si lo hacía contra papá, nunca le perdonaría la traición. Dejó sobre el banco del juzgado el videojuego y la espada que le habían regalaron cada uno y corrió a casa de la abuela.
Divorcio
Estaban tan unidos que parecían confundirse en un solo ser, pero la diferencia de orígenes, gustos y aficiones acabó imponiéndose: por un lado escaparon el lomo, el vientre, las cuatro patas sobre pezuñas indómitas; por el otro, el torso varonil, con su casco de bronce y su barba recortada.
Pativanesca