Cuadro de cegueras
Cadenas en las coronarias, argollas ventriculares, sogas que amarran válvulas mitrales y atenazan voluntades. Esposas invisibles que mueven el mundo al ritmo de amor incomprendido. Amos a los que no interesa romper esquemas ni tradiciones.
Como todos los años
Este año también montaré el belén, aunque no encuentro algunas figuras. Tengo vuestras fotos...
De vosotros dependerá si actuáis de buey, mula, pastorcillo o rey.
La voz
«El poder es tuyo, el poder es tuyo..., eres el rey del mundo, eres el rey del mundo…, te tienen que respetar, te tienen que respetar…, estamos encerrados, estamos encerrados…, libertad, libertad…, mata, mata…».
—Buenos días, doctor, ¿iniciamos la ronda por el pabellón número 6?
Lucas 13:14
No ha leído la última circular, veo. Es por personas como usted que el país está como está. Egoístas e insolidarios. Inconscientes de la realidad que vivimos. Desagradecidos de la vida. No insista, lo siento, la norma es clara: hasta después de las seis no se puede morir.
En una cabaña solitaria en medio del bosque
—¿Produce sonido el árbol que cae si no hay nadie para oírlo? ¿Suena el grito de una víctima cuando su asesino es sordo? Nunca lo sabremos, querida —dijo quitándose el sonotone del oído.
OÍDOS QUE NO VEN
Era en ese lugar, donde acaba la carretera y comienzan las alambradas. Pero en el pueblo nadie sabía nada de lo que allí ocurría. Esa es la verdad. Sí, creímos escuchar disparos, y gritos de dolor, pero estaban lejos... y, además, no eran de los nuestros.
En carne propia
El ritual exigía el sacrificio de un muchacho y una doncella. Todo nos parecía justo y necesario mientras fueron los hijos de los demás.
Egoísmos
Vivir pensando siempre en los demás inhibió su capacidad de disfrutar. Cuando se quedó sola y no supo qué hacer con su vida, nadie pensó en ella.
Un solo cuerpo
Si después de vivir una vida por y para ella, los dioses me la quieren arrebatar... ¿No he de desear la muerte para seguirla y continuar luchando a su lado?
No, no temo a la muerte, renuncio a una vida ausente de su esencia.
Mi Barbie
Bien es cierto que apenas sonríe, que no me dice te quiero al oído, que le disgusta salir a la calle o que carece de instinto maternal; pero me escucha, no envejece, ni me contradice, siempre está dispuesta…Y aunque ustedes no lo crean, en esencia, es una mujer.
Génesis 25:21
Por fin entre mis brazos; no quepo en mí de gozo. Después de tantos años ya habíamos perdió la esperanza, realmente es un milagro. Por tanto tiempo se había sentido yerma, vacía, al no quedar encinta. Míralo, es perfecto, aunque, esa nariz, ¿de dónde habrá sacado esa nariz?
Cuando tu nombre te define
Ziran nunca entendió las burlas hasta que se vio reflejado en el espejo.
Cuando tu nombre te define
Ziran nunca entendió las burlas hasta que se vio reflejado en el espejo.
Qué grande.
Espejo
No se alegre usted tanto, que el santurrón se referia a la nariz o cualquier otra parte del rostro del espécimen.
No se alegre usted tanto, que el santurrón se referia a la nariz o cualquier otra parte del rostro del espécimen.
No, no, veo que no lo ha pillado. Lo grande era la cicatriz que le dejé al último que no alabó un micro mio.
El ciclo
Llevaba más de veinte años comiendo perdices cuando lo encontró, en una habitación perdida del castillo, bajo una sábana polvorienta. En su reflejo encontró a una mujer bella, pero con algunas arrugas.
—¿No quieres saberlo? —dijo el espejo—. Vamos, ¡pregunta!
Blancanieves salió corriendo. Volvió pasados tres días.
No se alegre usted tanto, que el santurrón se referia a la nariz o cualquier otra parte del rostro del espécimen.
Ay señor marcado, ¿desconoce usted acaso que la iglesia jamás utiliza la palabra en vano? Nunca la utilizará sin darle no menos de dos sentidos?
Cuánto tiene que aprender sobre la verdad y el verbo.
Días
CONFESIÓN
Tengo que confesarte una cosa, querido: Hace una semana que fallecí.
De piedra
Busqué y rebusqué, palpándome el pecho, hasta volqué en la mesa el contenido de mis bolsillos (quién sabía), pero fue en vano; no fui capaz de encontrar mi latido.
El músico
Era nuevo en la orquesta, pero todos estaban de acuerdo en que tenía un gran corazón. Pronto se ganó a sus compañeros y especialmente al público: nadie en el mundo era capaz de interpretar melodías con los latidos.
La señal
El tiempo se agota y el incesante golpeteo se atenúa. Los segundos quedan suspendidos en una exhalación hasta que, finalmente, el reloj se detiene. Solo la muerte es capaz de escuchar ese silencio pétreo que lo inunda todo. Es su momento.
La señal
El tiempo se agota y el incesante golpeteo se atenúa. Los segundos quedan suspendidos en una exhalación hasta que, finalmente, el reloj se detiene. Solo la muerte es capaz de escuchar ese silencio pétreo que lo inunda todo. Es su momento.
Domingos con mi suegra
Odiaba el momento ‘beso de llegada’, el momento ‘sonrisa hipócrita’ y el momento ‘recitar <qué buena está la comida>’ cual oración. Pero el peor de todos era el momento en que se las ingeniaba para quedarnos solos en la cocina.
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Tu mentira
Hoy me esquivas la mirada y apenas te reconozco. Me diste tu vida en un beso, y hoy descubro que tuve un amo y tú mil esclavas.