Sin Luna
Muchas mañanas la playa amanece cubierta de sirenas varadas, de náufragos desorientados, de galeones fantasmas, de emigrantes del Paraíso, de suicidas, de pingüinos, de submarinos de colores,… La resaca me digo, pero nunca, por mucho que busque, encuentro respuesta a su ausencia tan prolongada.
Salmos 78:65
Y fue tal su éxtasis al contemplar la belleza de su creación que, dejando los últimos flecos (solo le quedaba instalar algunos protocolos de convivencia y justicia) para el día siguiente, pasó la noche celebrando entre ensoñaciones de malvasías.
Y el séptimo día resacó.
A la paz de Dios.