Ratas transgénicas
Había abusado de ellas y ahora le crecían sin control.Tratando de desgastarlos se quedó sin muebles.Continuó de noche y a escondidas con los bancos y árboles del parque, pero cuando surgió el rumor del conejo gigante, el pueblo hambriento se echó a la calle con escopetas.
Último recurso
Corrían tiempos de vacas flacas, por lo que tras su desastrosa actuación, utilizó como tabla de salvación el truco de sacar un conejo del sombrero de copa. Sin embargo, al levantar el doble fondo de este, encontró unos granos de arroz y los arrebañados huesos del infortunado roedor.
Una buena dosis de locura paranoide.
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