A su medida
Fue verla y convencerse de que habían nacido para estar juntos. Se asomó al vacío de aquellos ojos y sin querer, o como no queriendo, le construyó un mundo a su medida. Cuando ella vislumbró la ambigüedad de la promesa, descubrió los barrotes que la encerraban.
Amor bestial
Duerme. La luna le susurra al oído. Despierta. El lobo está de ronda, la olisquea. Duerme. La luna le guiña un ojo. Despierta. El lobo se lanza sobre ella. La posee. La besa.
Transcurridas nueve lunas, ella dará a luz un hermoso bebé-lobo.
Los hunos contra los "hotros".