Selección de Calabazas en el Trastero: Mitos de Cthulhu

A mi también me ha encantado, es un repaso de todo lo que son los mitos de lo más erudito. Aunque me habría gustado que cuando habla de "La antigua raza" mencionara "Infierno Nevado" de Ismael Martínez Biurrun, ya que está hablando de los mitos en lo hispano.

Entiendo que no se puede ser tan exhaustivo como para mencionar todo (que es mucho) pero es que me parece una novela fantástica.

¿O no se considera extrictamente mitos?

¿Fecha prevista para que vuelva a estar disponible?

La verdad, muy honrado de que el prefacio te haya gustado. Y, como decían en Bienvenido mister Marshall: "Os merecéis una explicación y yo os la voy a dar"

No cité a Martínez Biurrun como tampoco a Miguel Ángel López (que junta los Mitos con ¡el sagraaaaado Árbol del Gernika, "arbola santua"!) o a mí mismo en la relación entre  Mitos/vascos porque entonces también debería hacer alusión a los autores aragoneses, catalanes, madrileños... que han ambientado el universo de Lovecraft en sus tierras (o a los cineastas sevillanos) cuestión que superaba en mucho mi erudición y fuerzas (y sospecho que vuestra paciencia de lectores). Así que, ante la certeza de omitir a muchos, decidí omitir a todos.

Decisión la mía entiendo que discutible, pero tomada de buena voluntad.

Atentamente.

Nueva reseña: http://www.susurrosdesdelaoscuridad.com/2013/11/calabazas-en-el-trastero-mitos-de.html?spref=tw

Saludos,

Entro

Jajajajajaja, eso sí que es ser exhaustivo!!

En serio, muchas gracias por la explicación. Ahora veo que era desconocimiento por mi parte, sabía que había mucho pero no taaaaanto. Mejor, así tengo más para leer

Leído y releído el ejemplar, y aprovechando un poco de tiempo extra, me gustaría dejar por acá una opinión personal sobre el especial, a modo de reseña.

Lo primero que me gustaría resaltar de este número es la variedad estilística . Como lectora, he agradecido mucho la combinación de relatos en primera y tercera persona; el formato clásico de carta o confesión frente a la dramatización teatral, la narración recargada y opresiva frente a una más ligera y sencilla. La lectura corre bien incluso en aquellas partes más farragosas, y creo que ello puede ser consecuencia directa de esta mezcla. 

Lo segundo que quisiera destacar obedece más a la impresión causada por la lectura de cada uno de los relatos. Además de la estilística, me ha sorprendido gratamente encontrar una amplia variedad temática. No tanto por las referencias a los mitos en sí, sino por el abordaje de los autores. En este sentido, nos encontramos con una interesante trinidad cuerpo-mente-espíritu ("Neotenia", "Memorias de un esquizofrénico" y "Fe"), muy recomendable. Y además con una combinación de estilos y tonos muy bien lograda.  Ignoro si los antologistas lo han hecho a propósito , pero les ha salido bastante bien.

También se han incluído tres relatos de corte clásico que bien pudieran haber colado en cualquier antología del propio Círculo. Me refiero a  "Los que descienden al mar en naves", y las dos colaboraciones argentinas, "La Otra Ciudad sin Nombre" y "La transfiguración". El primero tira por la biografía con tintes sobrenaturales a modo de opertura. Y mientras "La Otra Ciudad sin Nombre" se desmarca por el terreno más pulp, en "La transfiguración" se ha preferido la narración opresiva y ominosa al servicio de la locura.

Luego están esos relatos que juegan con los recuerdos y las emociones del lector. Voy por orden. Con "Scharat tse on Aaritse" me ha sucedido lo mismo que con "Los condenados del Titanic" (de Horror Cósmico): podía ver sus líneas ilustradas en las páginas de un Dossier Negro o un Creepy. Muy disfrutables ambos. Respecto a "Escribiendo el Miserere", pues me acababa de leer no hace mucho "Manuscrito encontrado en Zaragoza" y aún tenía en mente el horror de la Venta Quemada. Para colmo Bécquer me encanta, y estas fusiones extrañas, también. En el macabro pero no exento de un maravilloso humor negrísimo "Nigredo", aparte de las referencias evidentes, he visto otra muy clara. No diré cuál; que cada uno saque sus propias conclusiones. Por último "Y a dibujar tentáculos" es una estupenda locura con buenas dosis de truculencia que me hace añorar una última partida al Darkseed.

Para casi el final he dejado los inclasificables y no por ello menos estupendos "Las manos que las aniquilan" y "La caída del hombre". Del primero, no se fien de su arranque algo  precipitado: la historia va de menos a más. Y la teoría que desarrolla el autor a base de las analogías me ha encantado. El segundo, es todo un acierto con su concepción de entrevista. Triste, desesperanzador y con un final que juega con el lector y  da mucho qué pensar, que dice mucho de quiénes somos. En lo personal, quiero distinguir algún eco a Dreadstar y al relato "La rosa y el trueno" del bueno de Ted Sturgeon.

Y por último "En los oscuros recodos del tiempo" , otra rareza de la que soy co-autora, que no me corresponde valorar. Lo único que espero es que la disfruteis tanto leyéndola como nosotros escribiéndola.

Salud!

Otra tanda agotada en Cyberdark y seguimos en el puesto 12 del top quincenal

Saludos,

Entro

En su momento, dejé correr la oportunidad de comentar mis impresiones sobre el “Calabazas […]: Mitos de Cthulhu”. La primera lectura estaba demasiado cercana, fue una lectura un tanto diagonal por las condiciones del momento, y me hacía falta tomar algo de distancia con los cuentos para tratarlos como se merecían. Pero finalmente, los he releído con más detalle, y su momento ha llegado:

Me parece que la habilidad de Javier Bilbao como escritor es prodigiosa. Leyendo “Los que descienden al mar en naves” me daba la impresión de que hubieran rescatado un genuino manuscrito de Sonia Green de entre sus efectos personales, cubierto por encima de una espesa capa de polvo acumulado por los lustros. Con un estilo cuidado, el valor de arriesgarse y narrar un cuento de horror con prosa familiar y diminuta, se remata el conjunto con un final por todo lo alto y con una guinda en el pastel, genial para abrir la antología.

“Scharat tse on Aaritse”, de Juan Ángel Laguna Edroso, cambia de tercio, y se acerca, si no he pillado mal las influencias, a las prosas aventureras de Conrad y E. Howard. El conjunto no me convence tanto; no obstante posee elementos muy evocadores, como el viaje expedicionario a lo desconocido o el encuentro con la tribu indígena, y ha despertado en mí nostalgia de este tipo de literatura que solía frecuentar cuando era más pequeño (sí, no me preguntéis qué tipo de cosas leía con diez años).

La prosa de Aitor Solar siempre me resulta recomendable. En el caso de “Neotenia” deja atrás los estereotipos formales del cuento de los Mitos, manteniendo el escenario, pero cambiando sobre todo al protagonista principal, mucho más cínico. Es cierto que la revelación final es algo abrupta, lo que le resta algún entero, pero sigue siendo reivindicable y agrada mucho ver personajes tan humanos, en el más amplio sentido de la palabra, metidos en una historia así.

Honestamente, si me hubieran dicho que alguien iba a mezclar a Bécquer con los Mitos, mi primera impresión  hubiera sido “pues que Dios reparta suerte, porque como reparta justicia…”. Pues bien, me como mis palabras. Y con guarnición. “Escribiendo el Miserere” funciona, y muy bien. Para entender todo el chiste, animo a quien no haya leído “El Miserere” de Bécquer que aproveche la ocasión, y así entienda lo bien tramado que está el relato de Pablo Loperena, a quien felicito por arriesgar, pues la ganancia ha sido grande.

El volumen continúa con “En los oscuros recodos del tiempo”, que sigue las desventuras sobrenaturales del detective Solo, hecho tinta por la pluma de Gema del Prado y Miguel Martín. Ciertamente, el género detectivesco no es lo mío y no estaba predispuesto en especial hacia la historia. Sin embargo, el desarrollo original y el empaque de los personajes, a los que los autores miman, le confiere cierto prestigio. No hablaré de la trama por no arruinar la sorpresa, pero sí diré que han hecho migas con lo más selecto del panteón de los Mitos. Personalmente, tengo ganas de investigar más casos del detective Solo.

“Memorias de un esquizofrénico” de Eduardo Casas Herrer me resulta simpático y lo he disfrutado moderadamente. Las visiones sufridas por el protagonista resultan pavorosas, y la evolución del mismo está bien estructurada, pero el conjunto final me resulta poco memorable.

Una de las mayores notas de color la da ‘Nigredo’ de Josué Insua, que suma a la antigua brujería una capa adicional de drama. No se conforma con el puro entretenimiento, sino que busca y consigue la complicidad del lector en un texto rico y muy bien acabado. Seguro que al viejo amigo Lovecraft le hubiera hecho ilusión leer tan buen homenaje.

Santiago Eximeno tiene tablas sobre el escenario y con “Fe” lo demuestra con holgura. Breve, conciso y con una ambientación perfectamente conseguida, bucea en los entresijos de Innsmouth e Y'ha-nthlei, yendo un paso más allá. Muy recomendable.

Si hay un relato clásico en todo el sentido de la palabra dentro de esta antología, ese es “La otra ciudad sin nombre”, de Patricio G. Donato. Si se hubiera incluido en algún número de Weird Tales de los años treinta, hubiera encajado perfectamente. Vale la pena volver a estos cuentos herederos de la tradición del Gordon Pym de Poe.

El planteamiento de “Las manos que las aniquilan” es muy original. Es cierto que el trasfondo de la protagonista no me acaba de convencer dentro del conjunto del relato, pero el resto del cuento me resulta impecable, en sus numerosas referencias bibliográficas, y en esa historia que se desarrolla yendo a más, con el ritmo de una locomotora que no se detiene. De los mejores de la antología.

En estos tiempos que corren, se busca erróneamente el estilo de Robert W. Chambers y su Rey de Amarillo en True Detective, que siendo una serie muy valorable, poco tiene que ver con dicho ciclo. En cambio, Ricardo Giráldez sí que toma el testigo de esa prosa en su cuento “La transfiguración”, desdibujando la línea de la realidad y lo onírico y acercando el cuento al estilo weird con buenos resultados, construyendo un relato muy personal.

Me permitiréis no hablar acerca de “La Caída del Hombre”. Como autor estoy satisfecho de mi labor, pero ¿qué padre no quiere a su hijo, aunque pueda ser el más feo del patio o el más tonto de clase? Es cuestión del público indicar su calidad (o la ausencia de la misma, si procede).

Cierra el volumen “Y a dibujar tentáculos”, de Dani Guzmán. Relato curioso que acerca el espinoso tema del maltrato escolar a los Mitos, y que entiende muy bien cómo se interpretan y contextualizan en el mundo contemporáneo. Muy ameno de leer.

Ciertamente, aunque mi crítica es algo severa en ocasiones, sí que puedo decir abiertamente que ningún cuento de esta antología sobra. El gran acierto es que cada uno de los cuentos abarca un sector distinto, y ninguno desluce el conjunto final, y eso es bastante meritorio, en estos tiempos que corren.

Guau, phlegm, muchas gracias . La verdad es que cuando lo redacté puse mucho empeño en encajar ambas historias como un todo (teniendo en cuenta la diferencia de talentos entre un astro como Becquer y un patán como yo, claro está), aunque no estaba seguro de si conseguiría que se apreciase (aparte de que hay que leerse ambos). Me alegra ver que sí

Felicidades por "La Caída del Hombre", uno de mis relatos preferidos de la antología.