DE ATENCIONES COLMADA
La nueva becaria estaba encantada. Sus compañeros derrochaban una amabilidad exquisita para que se sintiera a gusto en la empresa. Le agasajaban continuamente con deliciosos dulces y delicatesen que no podía rechazar. Se sentía feliz, aunque preocupada por perder su extraordinaria figura en Hansel & Gretel Corporation.
—Hijo, ayúdame con estos becarios.
—¿Por qué se llaman así? En clase hemos aprendido que, antiguamente, los becarios eran estudiantes que realizaban prácticas laborales no remuneradas.
—¿«No remuneradas»? ¿Qué significa? —preguntó el padre.
—Que no cobraban.
El hombre, asomando por detrás del robot que estaba programando, sentenció:
—Pues como estos.
Esto no es Vietnam, en los bolos hay reglas.
...
Yo te consigo un dedo antes de las tres. Con esmalte de uñas. Ja. Putos aficionados… nos mandan un dedo y por eso nos tenemos que cagar de miedo. Dios Santo.