XV Convocatoria de Calabazas en el Trastero: Fútbol

Los teeeeeennngooooo

Aiiins, tu integridad física no ha peligrado en ningún momento XDDDD

La del cartero sí, que me pillaba más a mano jjajajjajajja

Menuda rapidez ¿alguna impresión así rapidilla????

Genial, ahora tengo más ganas todavia de empezarlo XDDD

Y sí, para qué vamos a engañarnos, fue un tema complicado como autora pero como lectora también me daba miedito jjajjajja

Pues ahí va mi reseñilla. Creo que esta vez estreno yo el apartado de críticas, así que si hay represalias lo entenderé

Coincido en el podio de tres relatos que has señalado y, sobre todo, en el cierre final. Creo que es uno de esos relatos que se te quedan ya para siempre en la memoria, muy bien medido y muy terrible al mismo tiempo.

No imaginaba yo que un tema como el Fútbol podría dar tanto juego en una antología de relatos, desde ese punto de vista ha sido una grata sorpresa.

“Debut y gol” abre el libro de manera brillante, una historia de la que no puede contarse nada para no destripar su final, pero que emana tal sentimiento de tristeza que es difícil de olvidar. “Como una tarde de domingo cualquiera” tiene un buen planteamiento, aunque para mi gusto le sobra el punto de vista del árbitro (no creo que aporte demasiado). “¿Qué quieres ser de mayor?” es un relato sobrecogedor, genial, aunque creo que en este caso el tema fútbol es tocado tangencialmente. “Aserradero” me ha encantado, el giro final puede que se vea venir, pero no le resta un ápice de mala leche. “La suerte del campeón” es un clásico relato de ascensión y caída, quizás el que mejor ha sabido adscribirse al  tema de la convocatoria, haciendo uso de esos tópicos de megestrella que tienen muchos jugadores reales. “El hombre vacío” mezcla drama y trama policíaca,  cóctel que se me ha hecho de lo más atractivo (y con un giro final estremecedor). Buena historia de ciencia ficción (o, visto lo visto, quizás no tan CF) la que narra el autor de “Cinturón rojo”: crítica, feroz y efectista. Ya hay ganas de leer esas otras historias que el autor ha ubicado en ese mismo universo… “Equipo visitante” es una nueva reflexión de los mecanismos del fútbol en clave CF, aunque puede que se quede en una mera anécdota más o menos ocurrente. “La ofrenda” es, en mi opinión, la joyita de esta antología: una idea brillante, lenguaje directo, desarrollo frenético, final de humor negrísimo. Lo dicho: indispensable. “Gol de oro” quizás peque también de parecer una mera anécdota (enumeración de hechos hasta su fatal desenlace), y no ayuda que su final tampoco logre sorprender. “Factor campo” tiene varios puntos en común con “La suerte del campeón” (de nuevo ascensión y caída, esta vez de todo un equipo), aunque su explicación es tan bizarra y brutal que le ha convertido en otro de mis relatos favoritos. Para terminar el libro, una pequeña obra maestra como “Castigo disciplinar”: un cuento misterioso que va desmenuzando detalles ambiguos (tanto como su protagonista) según se desarrolla, hasta llegar a un final  que es como un puñetazo en la mandíbula. Estar narrado desde la óptica de un niño (detalle realmente conseguido), no hace más que sumarle puntos.

De “¿Has visto alguna vez caer la lluvia?” solo decir, como coautor, que espero que entretenga al menos la mitad de lo que nosotros lo hicimos escribiéndolo.

Lo dicho, una antología de lo más variada (me ha sorprendido, para bien, ver tanta ciencia ficción por ahí) y realmente entretenida.

¿Cuál era tu relato, Rapso? Hostia hostia no creo que haya caído ninguna grave :) De hecho todos los relatos de esta convocatoria me han parecido bastante majos, no condenaría a ninguno (algo común en los últimos Calabazas, creo que me estoy volviendo un blandengue...).

¡¡¡Me sobra medio relato!!! jajjjajajja

Gracias por compartir la reseña

Muchas gracias por la reseñilla Mauser (y por la parte que me toca   )

Aquí uno al que se le acumulan lecturas entre trabajos y exámenes y aun no ha podido ni empezar con su lectura (aunque cuando lleguen vacaciones...)

Leído el volumen, acá va otra impresión del mismo.

Pues ha sido toda una sorpresota este Calabazas. Más teniendo en cuenta el tema que trata, que en principio parecía más limitado que el de otros números de la colección (y que constituye quizá el mayor reto de la convocatoria, lo cual es siempre muy estimulante). En conjunto me parece una antología bastante equilibrada, y en este sentido supera al muy disfrutable Creaturas, por ejemplo. Los abordajes son bastante variados en cuanto a puntos de vista (el público, los jugadores, los árbitros, los empresarios), los géneros (desde el relato realista hasta la ciencia ficción galáctica) y el estilo (tono documental, periodístico con empleo de consignas y panfletos, la visión de un niño). Otra cosa que me ha gustado mucho es el hecho de que en algunas historias, pese a intuirse su final (¡Pero cuánto daño hizo “El sexto sentido”!), no resulte un factor imprescindible el elemento sorpresa para disfrutar de la narración. Aquí prima más el camino recorrido, o visto lo visto, los metros de campo hasta la portería rival. Muy conseguido este punto.

Respecto a los relatos, me temo que los comentarios son aún más subjetivos, pero bueno. Aunque mi lado más gamberro siente especial predilección hacia locuras como "Cinturón rojo" (donde el papel del fútbol trasciende a la sociedad en una narración cargada de sangrante mala ostia"), La ofrenda" (tan surrealista que casi podría ser verdad; me ha encantado la forma de tratar los personajes, tan miserables todos) o "El factor campo" (más mala baba insertada de forma muy elegante y el puntito cotidiano-sobrenatural ¿cómo no me va a gustar? XD), esta vez se ha dejado encandilar por relatos como "Debut y gol" (directo, bello y cruel), "El hombre vacío" (menudo patadón al estómago y la conciencia), y "Castigo disciplinar" (la infancia es maravillosa y terrible, y este cuento pone los pelillos de punta). “Como una tarde de domingo cualquiera” tiene un planteamiento atractivo, pero si es cierto que el punto de vista del árbitro, tal y como está abordado, le resta fuerza. Creo que hubiera ganado mucho contrastando los puntos de vista para luego retorcerlos al final. A “Aserradero” le vi venir de lejos (quizá por su escenario, que dio alas a mi imaginación), pero me gustó mucho. Es un claro ejemplo de que lo que importa es el camino... “¿Qué quieres ser de mayor?" es brutal, pero se desmarca un poco del tema. Viendo las referencias en el texto, ¿quizá fue intencionado? Con “La suerte del campeón” también disfruté mucho. Por lo general se habla de pactos demoniacos en cuanto a la ascensión del ídolo. Pero acá hay una variante que aporta cierto toque de distinción, pese a que es otra historia de la cual se intuye cómo acabará. Lo mejor, la visión del jugador profesional, muy lograda. De acuerdo que “Equipo visitante” es casi anecdótico, pero resulta una marcianada muy agradecida. Tampoco le falta mala leche en cuanto al mensaje que encierra: “Hoy la Liga; mañana el mundo”. Y de “Gol de oro”, destacaría su forma de exponer la historia y alguna que otra imagen con mucha fuerza. La verdad es que resulta un modo bastante curioso de tratar una historia de venganza. De “¿Has visto alguna vez caer la lluvia?” no comento por razones obvias. Nos lo pasamos muy bien escribiéndolo y esperamos que también lo disfrutéis un poquito.

Salud!

Hombre,  resulta algo polémico en este punto, pero eso no es malo ¿no? :)  Tal como lo interpreté, me pareció  mucho más patente el fútbol en todos los detalles que se van dejando caer a lo largo de la historia (la alusión al césped en las uñas de la chica, el símil de la vida con un partido, la violencia del juego, el drible al padre, la brutal metáfora de la lesión que trunca la carrera) que en el sueño mismo del chaval. Demasiado subjetivo y muy arriesgado.  Es por eso que  atendiendo a una valoración general del volumen y en igualdad de condiciones, pierde un poco frente a otros relatos tan viscerales que han integrado más claramente el papel del fútbol en la historia.

Salud!

Yo me alegro de que el mío te haya entretenido tanto. muchas gracias por el comentario. Para ser la primera vez que me dan calabazas ya me doy por contento con que a un lector le entretenga me vale