IMPECABLE
Todo había sido limpiado meticulosamente, no había huellas, ni fibras, ni tejidos, ni epiteliales. Era el escenario del crimen más limpio que había. Cerró la puerta, satisfecho, y se marchó. Cuando arrancó y sonaban las sirenas de policía pensó: ¡Jódete, francés!
Subterráneo
En el pequeño escenario los guiñoles jugaban a quererse mientras por debajo los títeres se mataban a patadas.
¿Una foto? Sonría pues.