Caza nocturna
Bebo agua del grifo; la asquerosa ginebra del bar y sus labios de puta extranjera me han dejado mal sabor en la garganta.
- Seguro que ahora te arrepientes de haber subido a mi casa, ¿verdad?
Ella balbucea pero no consigo entenderla, le sale demasiada sangre por la boca.
Limpieza
Nos agolpamos en torno al camión de basura, que sigue masticando los huesos del último político corrupto. Su sangre nos riega por aspersión mientras alzamos las manos y bailamos enardecidos. Es un buen comienzo.