Al corazón
El agua del lago arrastra su cuerpo con delicadeza mientras ella vacía su mente, dejándose llevar. Un color carmesí adorna su vestido, rodeando la zona en la que la bala penetró su carne. Ya nada importa. La vida ya no es algo por lo que llorar.
Testigo.
Las sirenas aullaban.
El tumulto crecía.
El hombre de lentes oscuros hablaba en tono calmo. Había presenciado todo.
“Fueron cinco disparos, el Señor Lennon atravesaba aquel pasillo”.
El oficial escribía frenéticamente, otros corrían; alguien ya había ordenado cerrar el perímetro.
“Además necesitaré su nombre”.
“Seguro, soy Mark David Chapman”.