Juego sucio: Voraces

En ocasiones, los jugadores de Brutal Ball se comen a sus adversarios. Sin patatas ni metáforas.

Aunque la normativa no lo especifica literalmente y existe cierto laxismo a causa de que los afectados son casi siempre jugadores pequeños, en Brutal Ball está prohibido devorar a los adversarios durante un encuentro. Sin embargo, para regocijo de los aficionados, es una situación que se da con cierta frecuencia.

El juego sucio voraces, a diferencia del resto, se activa automáticamente: no se realiza chequeo de faltas a priori aunque se haya puesto en marcha usando un punto de entrenamiento. No obstante, siempre se debe realizar una tirada de expulsión a la que se añadirá un dado de carga si el infractor ha conseguido devorar a su adversario.

Este juego sucio solo se puede utilizar durante el propio turno y contra jugadores situados en casillas adyacentes que tengan, por lo menos, un tamaño tres puntos menor que el agresor. Es decir, un jugador mediano podrá devorar a jugadores diminutos; uno tocho, a pequeños; uno grande, a tapones; uno descomunal, a medios.

Para que tenga éxito, el jugador debe realizar un chequeo de Bloquear con tres variaciones: no podrá realizar una carga, sumará la diferencia de tamaño en DX al bloqueo y la víctima deberá usar el atributo Agilidad para evitarlo. El jugador será devorado si el NE es igual o superior a su tamaño. En caso contrario, se aplicará el resultado como en un bloqueo normal.

¿Sabías que...

...Graadworn Datkrache ostenta el récord de jugadores devorados en un único encuentro?

Hay que reconocer que los Renacuajos de Swompmaar no se lo pusieron muy complicado al capitán de los Leviatanes de Graatwassen ¡cuando hicieron una cadeneta para sacar a sus compañeros de su estómago! Tampoco se puede pedir mucho más a unos trastolillos, claro.