Héroes

Imagen de Luc Hamill

En OZ seguimos la que fuera serie de moda... "A hero doesn't run away from his destiny" (Hiro Nakamura)

 

 

“Mientras un eclipse total vierte su sombra sobre la Tierra, un profesor de genética de la India descubre, investigando la desaparición de su padre, un asombroso secreto: entre nosotros viven personas aparentemente normales dotadas de superpoderes”. Con esta premisa nos llega la serie Héroes y, como la mayoría de vosotros estáis pensando, sí, es una historia algo estereotipada. Lo bueno en esta ocasión es que no importa que nos cuenten lo mismo de siempre si nos lo cuentan con enorme acierto.

 

Antes de continuar os aviso de que, aunque he intentado no ser muy explícito, sí es posible que en lo sucesivo desvele alguna sorpresa del argumento (cualquiera entiende que es difícil hacer un artículo de una serie sin contar nada de la serie). Por ello recomiendo al que no quiera saber absolutamente ningún detalle que abandone la lectura ahora. ¿Qué no? ¡Estupendo!

 

Con el apabullante aluvión de producciones cinematográficas basadas en superhéroes, era lógico esperar que la pequeña pantalla se hiciera eco de ello. Así, Tim Kring, el creador de la conocida serie Crossing Jordan, decidió aprovecharse de la temática de moda, aunque añadiéndole un poco más del dramatismo habitual en este tipo de productos, y empezó a idear una serie sobre un grupo de personas aparentemente normales que un buen día descubren sus poderes.

 

Nada nuevo bajo el Sol, cierto, pero lo divertido de Héroes, que se retransmite en sitios tan dispares como Australia, Malasia o Brasil, es la forma en que todos los personajes se van encontrando, además de la intriga que hay por saber qué habilidades tiene cada uno (sobre todo en los primeros cuatro episodios), y todo ello marcando un estilo similar al de los cómics americanos: varias subtramas se van uniendo para formar una mayor. Este comienzo nos lleva a conocer a un enfermero que cree que puede volar. Él es amigo de la novia de un pintor que cada vez que se droga puede plasmar el futuro en sus cuadros (pintados en la realidad por el conocido dibujante Tim Sale). Hay otros personajes como una stripper con “doble personalidad”, un fugitivo que puede atravesar cualquier cosa, una animadora de instituto que posee regeneración rápida o un policía capaz de escuchar los pensamientos ajenos. Pero sin duda el mejor poder se lo lleva un joven japonés que puede viajar en el espacio-tiempo, aprovechando así para meternos (con ciertos errores, como luego veremos) un poco de las teorías relativistas tan de moda (hace dos años fue el Año Internacional de la Física). Como dije antes, estos hilos argumentales se unirán para formar el eje principal de la historia: deben unirse para impedir una catástrofe en Nueva York. Pero éste no será el único peligro: a lo largo de la temporada tendrán que evadir algunos adversarios que desean apropiarse de sus poderes para controlar el planeta.

 

Quiero dejar claro que la serie a mí me encanta, y cuando vi el primer capítulo supe que quería verlos todos. Pero esto es una crítica, y no voy a alabarla sino analizarla. Y debo decir que le he encontrado algunos fallos tanto en coherencia como en argumento. Para empezar, este grupo de personas tan especiales no son de una procedencia tan diferente como nos quieren hacer creer. Un japonés, un latino, un haitiniano y el resto (que son muchos) americanos. Y por si fuera poco, entre los agraciados con poderes tenemos dos hermanos o una mujer, su hijo y su exmarido. Qué reparto de poderes tan concentrado, ¿no? Para lo extensa que es la población mundial, mucha coincidencia. Pero bueno, el realismo en una serie donde un hombre puede volar no es algo que se preserve mucho y no nos vamos a llevar las manos a la cabeza por esto. No seamos así de estrictos: el origen no importa tanto si en el planteamiento tenemos personas, que de eso se trata: de personas que un buen día tienen conocimiento de que no son lo que creían ser. Se trata de una oportunidad de apreciar las confusiones de ser y sentirse diferentes.

 

Si no estáis interesados en la ciencia o, más concretamente, en la Teoría de la Relatividad, podéis saltaros este párrafo porque en él sólo voy a exponer los fallos que comete la serie al plasmar las ideas de Einstein. Resulta que entre los personajes hay un japonés que puede viajar en el espacio-tiempo. Esto ya de entrada choca con la teoría relativista un poco, pues para viajar en el espacio-tiempo se debería viajar a la velocidad de la luz, y es un axioma (algo que se toma como una verdad indiscutible) que nada salvo la luz puede viajar a esa velocidad (podría explicarlo gráficamente con un cronótopo, pero dudo que eso aclare las cosas). Además, suponiendo que pudiese viajar en el tiempo, el japonés sólo lo podría hacer al futuro (es algo que se deduce del axioma de antes) y nunca al pasado. Y ya, para el remate, de poder viajar a esa velocidad su masa aumentaría hasta el infinito. Con lo cual, si viajar en el tiempo se antoja algo imposible, hacerlo hacia atrás más. No obstante esto es una exposición sobre su poder (o cómo nos lo presentan). El personaje del japonés es, para mí y para muchos, de los mejores y sin él Héroes no sería lo mismo.

 

Dejando a un lado detalles científicos, que en realidad no está tan mal que los guionistas se tomen de vez en cuando alguna licencia para mostrarnos algo diferente, lo que sí resulta un poco incoherente es que la serie, teniendo a un personaje como el japonés, haga uso de otros personajes para su historia. Me refiero a que en un episodio este japonés llegado del futuro le pide a otro que haga algo, cuando lo podría hacer él perfectamente. Si puedes viajar en el espacio-tiempo y detenerlo, ciertamente puedes hacer muchas cosas. Concretamente para evitar la catástrofe de Nueva York basta con viajar al pasado y cambiar los hechos que la desencadenarán. Siempre sabrías dónde deberías estar, qué pasaría y nunca llegarías tarde. En fin, si tanto había en juego no tiene por qué hacer encargos a otros cuando él puede hacerlos con tiempo sobrado (no he podido evitar hacer el chiste). De todos modos, aunque es algo un poco chocante, para mí al menos, no creo que éste sea un gran fallo de la serie. No nos engañemos: a todos nos gusta ver personajes así de interesantes, y cuantos más mejor, que no es plan de que con un japonés se arregle todo el asunto.

 

Podría señalar los siguientes detalles típicos de la serie americana común y que también aparecen en Héroes, pero quiero mejor haceros pensar un poco en ello y os dejaré unas preguntitas. Primero, ¿por qué en las series americanas nadie es gordo y, si hay alguno, es alguien que cae simpático? ¿Y por qué el único protagonista con un pasado problemático con la justicia es negro? ¿Y por qué la ciudad que deben salvar es Nueva York? Acostumbrados estamos a ver en las pelis a Superman o Spiderman acompañados por la bandera de las barras y estrellas, pero ya también en la tele... No sé, a mí me parece como si los americanos quisieran hacer creer que son invulnerables o que lo del 11-S nunca pasó.

 

En fin, reflexiones aparte, cualquiera con pocos conocimientos de este mundillo de los héroes sabrá que la temática de la serie no es para nada novedosa, y que sigue la estela de otros productos como 4400, Rising Star o, sin duda alguna, X-Men. Sí, es difícil no hacer la comparación y, desde luego, parece por momentos un plagio. Basta ver que el mencionado japonés (al menos cuando se teletransporta) tiene los poderes de Rondador Nocturno, el fugado tiene los de Kitty Pryde, otro lee los pensamientos como el profesor Xavier, otro vuela como Ángel y hay una joven que tiene el poder de curación rápida como Lobezno... Pero ahí no se acaban las similitudes: el japonés se teletransporta al Nueva York del futuro y es testigo de una catástrofe tal y como lo fuera Kitty Pryde en los cómics. Y, como hiciera nuestra mutante, al volver al presente avisa del peligro a los demás.

 

Creo que los guionistas de la serie son plenamente conscientes de ello (si vas a hacer una serie de supertipos sin leotardos, es normal que te hayas topado antes con algo de la franquicia marveliana) y por ello hacen una especie de homenaje a las “fuentes originales” cuando en el mismo capítulo el japonés, comiquero acérrimo, le explica a su amigo que el tiempo no es lineal sino circular, algo que leyó en el Uncanny X-Men #143 cuando... ¡sí, el mismo en el que Kitty Pryde viaja en el tiempo!

 

Además, por lo visto el origen de los poderes es algo genético, como pasa con nuestros mutantes. Aunque al comienzo vemos un eclipse un tanto peculiar, pues no es la Luna sino la Tierra la que cubre al Sol, este eclipse no es el fenómeno que despierta los poderes en los protagonistas, pese a que todos lo presencian. De hecho, se sabe que uno de ellos tenía conocimiento de sus habilidades mucho antes de que tuviese lugar el eclipse, y también de antes ya había un profesor de genética investigando a este tipo de personas. Por tanto no se sabe muy bien el sentido que tiene el eclipse en la historia, pero creo que es un mero símbolo de la serie.

 

Pero la serie no sólo hace homenajes a cómics como X-Men. También tiene otro guiño al cómic Dragon Ball (al menos a la serie de animación) cuando aparece la versión futurista del japonés portando tras de sí una espada tal al más puro estilo de Trunks. Y, para el comienzo de la 2ª temporada (sí, yo la estoy siguiendo muy adelantado), veremos una escena calcada de El Sexto Sentido. Me refiero a esa conocida escena en la que Haley Joel Osment confiesa a Bruce Willis que en ocasiones ve muertos.

 

A pesar de todo esto, de que no sea nada nuevo o de que tenga algunas cosas metidas con calzador, está claro que la serie es entretenida, con una calidad notable y sobre todo muy adictiva, que por algo tiene una audiencia de más de 15 millones de espectadores. No hemos dicho nada de su reparto, pero son muchos. No quiero alargarme demasiado, por eso citaré a algunos como Milo Ventimiglia (visto en la serie Gilmore Girls o recientemente en el cine como el hijo cinematográfico de Stallone en Rocky Balboa), Hayden Panettiere (aparecida en Ally McBeal, en la peli Mensaje en una botella o en el doblaje de Bichos o Dinosaurio), Greg Grunberg (recordado como el Eric Weiss de Alias), Ali Larter (que pronto la veremos en los cines en Resident Evil 3: Extinction) o Adrian Pasdar (que tuvo su debut junto a Tom Cruise en Top Gun).

 

Respecto a su creador, Tim Kring, podemos decir que ha participado en series como la conocidísima El Coche Fantástico o Providence, aunque su obra magna es la ya mencionada Crossing Jordan, respaldada por público y crítica, y que tras seis temporadas continúa abierta. Kring dice que nunca ha leído historietas de superhéroes y que la idea de esta serie se gestó tras ver de forma seguida las películas Olvídate de mí (para muchos la mejor peli de Jim Carrey) y Los Increíbles (la quinta película de animación de Pixar). También reconoce que Héroes le debe mucho a productos televisivos como 24 y Perdidos, seriales que comenzaron el estilo en que cada capítulo catapulta al siguiente dejando preguntas sin responder. Desde luego, después de unos años de escasa calidad en la tele, los últimos años han sido geniales. Hay de todo y para todos, tocando géneros y temas nuevos: Mujeres Desesperadas, Perdidos, Nip/Tuck, Prison Break, House, CSI, Los Soprano, Anatomía de Grey… Creo que por primera vez en mucho tiempo la TV supera en calidad al cine, que ahora mismo está estancado y saturado en adaptaciones comiqueras o de series televisivas, cuando no de remakes, secuelas, precuelas o ya hasta spin-offs.

 

Quiero despedirme soltando dos noticias bomba. La primera es que en septiembre llegará a España la 1ª temporada de Héroes en DVD y con numerosos extras, toma ya. La segunda noticia bomba es para aquellos que estén dispuestos a seguir la historia más allá de los episodios de ahora. Parece ser que está de moda en el desarrollo de las series que a la larga uno de sus protagonistas muera, y Héroes no podía ser menos. Según ha declarado Kring, “vamos a matar a uno de nuestros personajes principales, alguien que ha estado en la serie desde el principio”. Así que ya tenemos sorpresita asegurada. Por ahora no se sabe más, se admiten apuestas, aunque la muerte del “agraciado” no tiene por qué suponer que ya no lo veamos más pues los poderes del japonés podrían hacer que lo volviésemos a recuperar viajando en el tiempo, ya sabéis. De hecho, según el creador, hay “planes para ese personaje en el futuro”. Pues eso, para disfrutarlo y saber más habrá que verlo, héroes, habrá que verlo.

 

FICHA TÉCNICA

 

Título original: Heroes

Género: Fantasía, Drama

Duración por episodio: 42 minutos aprox.

Productora: NBC

País: Estados Unidos

Creador: Tim Kring

 

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