Megazoria: Especialidades de armas de tiro
Sobre este grupo de armas de combate a distancia en el juego de rol
Dentro de las armas personales que permiten atacar a distancia hay un segundo grupo cuya utilización no requiere de desplazamientos por parte de su usuario, sino que pueden ser disparadas en el sitio. Estas son las llamadas armas de tiro y sus especialidades se desarrollan a partir de la habilidad Disparar, que sirve también para utilizar ingenios más pesados, como las catapultas o los escorpiones.
A priori no es necesario desarrollar más que una especialidad por tipo de arma de tiro, aunque el máster puede determinar penalizaciones si dicha arma es utilizada en situaciones especiales o combinadas con competencias que el personaje no domina, como disparar desde la plataforma de un carro o a lomos de un mastodonte.
Hay que pensar que la gran diferencia entre los tipos de armas de tiro es el sistema de propulsión, que es lo que permite modificar la potencia y el ángulo de disparo. Más allá de este, el usuario se enfrenta a las mismas problemáticas: aerodinámica y parábolas de los proyectiles, influencia del viento, obstáculos, desplazamientos y velocidad del objetivo, visibilidad... Si el sistema de propulsión cambia lo suficiente, la especialidad no podrá ser utilizada.
Las armas de tiro, a diferencia de los proyectiles, tienen una potencia de tiro más o menos estable y solo la distancia influye en la fuerza con la que impactan en el objetivo.
Arcos: Son ingenios consistentes en una vara de madera u otro material con una rigidez y una flexibilidad similares cuyos extremos están unidos por una cuerda. El proyectil, una flecha, se sitúa en la parte media y es propulsado cuando el arco, previamente tensado, retoma su forma original. Las flechas suelen tener una punta más pesada y un penacho de plumas que ayudan a guiarlas en el vuelo en el extremo contrario.
Los arcos se dividen en dos grandes grupos: simples y compuestos. Los primeros están hechos a partir de un único material, mientras que los segundos cuentan con láminas de distintos tipos de madera tratadas, lo que aumenta su potencia y alcance pero los hace más sensibles a la humedad y más delicados en general.
Según su tamaño, encontramos arcos cortos, pensados para ser utilizados a lomos de una montura, medios, que pueden utilizarse sobre carros o posiciones fortificadas, y largos, que requieren que el arquero esté en pie y tenga un cierto espacio a su alrededor. En ocasiones, estos últimos se tensan con la ayuda de las piernas, con el arquero tumbado en el suelo. El alcance máximo de estas armas se sitúa en torno a los 500 metros, aunque su efectividad dependerá del tipo de arco y la fuerza del arquero: no todo el mundo es capaz de tensar un arco compuesto de tamaño medio.
Ballestas: El principio de las ballestas es similar al del arco, pero estas incluyen un disparador que libera la cuerda tensada, de tal forma que el modo de apuntar y la posición difiere en gran medida de la de un arquero. Los proyectiles cambian también respecto a las flechas y suelen ser más robustos, aunque el principio de vuelo es similar. Por su modo de funcionamiento, son particularmente útiles en posiciones fortificadas, ya sea en la cubierta de un barco o en una muralla.
Estos ingenios son muy parecidos a algunas máquinas de asedio también pensadas para lanzar proyectiles tipo venablo gracias a mecanismos de torsión y, del mismo modo, son particularmente sensibles a la humedad y el tiempo. Los alcances son similares a los de un arco, aunque dependerán del proyectil y la factura de la ballesta. Una cheiroballistra, por ejemplo, tiene un alcance estándar de unos 350 metros.
Cerbatanas: Son armas de diseño tubular que propulsan un dardo gracias a un golpe de aire provocado por el propio usuario al soplar por un extremo. Su alcance varía entre los 10 y los 20 metros en función del diseño: cuanto mayor es la cerbatana, más grande será el proyectil que puede propulsar y mayor será el alcance. Así, encontramos algunas de más de metro y medio de longitud capaces de propulsar dardos cuyo impacto en sí puede ser letal. Por lo general, no obstante, estos proyectiles se utilizan combinados con venenos, tanto en la caza como en combate. Los materiales con los que se fabrican los dardos y su diseño, inclusión de penachos de plumas, etcétera van en consonancia con el diseño de la propia cerbatana.
Nota sobre los proyectiles: En ocasiones se utilizan proyectiles para las armas de tiro con diseños particulares, como las flechas bifurcadas para la caza de aves o los dardos realizados íntegramente en plomo para aumentar la potencia de disparo. En estos casos, es muy posible que el alcance del arma se vea afectado, así como su capacidad de penetración, pero, excepto si el usuario no ha tenido tiempo para practicar con ese tipo de proyectil, no es necesario ni el uso de una especialidad nueva ni tampoco aplicar penalizaciones adicionales.
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