Joe Golem y la ciudad sumergida

Imagen de Patapalo

Reseña de la novela ilustrada de Mignola y Golden publicada por Minotauro

 

Lo primero que hay que señalar es que, aunque la obra tenga un sabor inconfundible al primero, es difícil saber qué papel ha jugado Mike Mignola y cuál Christopher Golden en su elaboración: el resultado es homogéneo, como si hubiera salido de la mano de un solo autor, sin costuras.

Lo segundo, que si bien Joe Golem y la ciudad sumergida tiene muchos esquemas y reminiscencias de los cómics de Hellboy es una novela sólida y bien escrita, no un proyecto de cómic malogrado, un aspecto que me inquietaba particularmente.

Sí que es cierto que encontraremos esos ambientes sugerentes de la famosa saga, donde se mezcla la realidad histórica —en este caso nos situamos a comienzos de un distópico siglo XX— y la fantasía macabra y esotérica, y también una trama en la que el equilibrio entre acción y misterio termina por escorarse hacia la primera, y, además, un personaje central que comparte elementos comunes con Hellboy: origen sobrenatural, afición por los puñetazos, fuerza sobrehumana, etc.

Pero Joe Golem y la ciudad sumergida tiene su entidad propia, y no solo a nivel literario o narrativo. Los escenarios de una Nueva York devorada por la subida del nivel del mar hasta tal punto que se ha creado una “ciudad sumergida” son tan impresionantes como sugerentes, y se ven potenciados por algunos elementos a caballo entre el steampunk y el dieselpunk —como decía, estamos en una época intermedia—. El elenco de personajes es relativamente amplio para una novela que se basa en la acción y se consigue un buen equilibrio entre la pizpireta protagonista y el taciturno señor Golem. También los guiños a los Mitos de Cthulhu, que se alejan en algo del folclore más clásico utilizado generalmente en Hellboy, dan un toque particular a la novela.

La baza principal del libro, en cualquier caso, son las memorables escenas con las que los autores nos regalan. Alguna de ellas, como la del árbol del cementerio, son auténticas joyas, y, en general, el nivel estético y visual es formidable. Y esto es importante porque Joe Golem y la ciudad sumergida es una obra pulp de inmersión, una de esas historias en las que la fantasía es fascinación y un universo entero más que una trama complicada o dotada de grandes sorpresas. Es podría decir, incluso, que es una obra de sota, caballo y rey, pero con el imaginario Mignola, claro.

La edición de Minotauro, que incluye unas cuantas ilustraciones de este autor, resulta muy agradable y adecuada para un libro que satisfará a los amantes de la fantasía oscura que busquen darse un buen paseo por sus dominios.

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