Mujer abrazada a un cuervo

Imagen de Patapalo

Reseña de la novela de Ismael Martínez Biurrun publicada por Salto de Página en su colección Púrpura.

Hacer una reseña de una novela como Mujer abrazada a un cuervo es francamente complicado. Estamos ante un libro lleno de matices, de una riqueza extraordinaria tanto en el escenario como en la narración. Se trata de una de estas obras que dejan huella, cuyos pasajes vuelven a la memoria y cuyas reflexiones intrínsecas no se olvidan. Resumir en un artículo todos estos aspectos es muy difícil.

Para empezar, hablemos algo de la historia: una joven estudiante de medicina tiene que desentrañar el misterio de una extraña muerte que, en apariencia, puede haber sido causada por la Peste Negra. Estamos, no obstante, en la actualidad, y el supuesto caso tiene lugar en el Pirineo navarro, en concreto en un pueblo que podría estar sujeto a una antigua maldición... si no fuera porque la novela se ambienta en el mundo real.

Este es uno de los primeros elementos formidables de Mujer abrazada a un cuervo: Biurrun se adentra por la resbaladiza frontera entre el realismo y la fantasía, y lo hace con tanto acierto que da significado y sentido a ambos tratamientos literarios (no olvidemos que, en literatura, todo es ficción). El primero sirve como referencia, como telón de fondo para entender la fuerza del segundo. Y viceversa. Ambos se vuelven algo indisoluble que convierte a la novela en una obra de difícil clasificación. En el equilibrio que generan, los personajes adquieren una mayor viveza, tocan al lector y le implican en la historia, y recuperan al mismo tiempo la fascinación del género fantástico y la emotividad del realismo.

En este aspecto, Biurrun es un maestro. Es de los pocos autores que consigue emocionarme. Sus historias sacuden el interior del lector, le interpelan y le hacen partícipe de sus dramas y alegrías. Uno siente un alivio casi físico en determinados momentos que no es más que la liberación de la angustia en la que se ha ido sumiendo porque, ante todo, Mujer abrazada a un cuervo es un historia lúgubre. ¿De qué otro modo se podía tratar la peste sin caer en frivolidades?

La peste, en efecto, es el eje central de la novela. Y un elemento que pone de manifiesto la precisión del mosaico que se nos brinda: tanto a través de los elementos fantásticos como de los reales revoloteamos alrededor de esta plaga, lo que nos permite un acercamiento técnico, histórico y visceral. Ninguno es gratuito ni arbitrario. Cada momento, cada nuevo velo descubierto, parece la pieza de un rompecabezas que nos va revelando el cuadro final.

Con los personajes nos ocurre exactamente lo mismo: no son meras excusas ni focos a través de los cuales contemplar una historia, sino la historia en sí misma. Creo que esta forma de hacer literatura es lo que da esta consistencia a las novelas de Biurrun, y muy particularmente a esta Mujer abrazada a un cuervo. Todo lo que contemplamos tiene importancia, aunque discurre con la sencillez de lo anecdótico gracias al cuidado estilo del autor, efectivo y bello al mismo tiempo.

El resultado es que el lector se sumerge en una lectura fascinante, memorable, sin esfuerzo alguno, guiado por el propio influjo de la historia, de los personajes, de los hechos. Historia, leyenda, fantasía, cotidianidad, épica... el ser humano, en definitiva, captado con la habilidad de un narrador fuera de serie. Francamente recomendable.

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Nocte - Asociación Española de Escritores de Terror

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