Resident Evil: Ultratumba
¿Quién mató a George A. Romero?
VALORACIÓN 3/10
Carne muerta, que se derrite, que tiene ojos y te persigue. ¿Carne muerta? Muertos vivientes, infectados, ansiosos de tus tendones y de todos tus miembros, la oscuridad, el bosque, tú, ellos, el infierno. Resident Evil comenzó siendo en la primera parte de sus ya innumerables videojuegos un survival horror puro que impondría los parámetros para crear una de las franquicias más fructíferas de los últimos años, en esta primera entrega la acción se desarrollaba en una mansión y el realismo por momentos era casi insoportable. Años después llegaría la segunda parte, y se convertiría con todos los honores en uno de los mejores videojuegos de la historia. Su trama ya nos dejaba entrever las consecuencias del virus Umbrella y construía a dos de los personajes más carismáticos de la saga: León S. Kennedy y Claire Redfield.
Como todo lo que da dinero tiene que irse a otras manifestaciones artísticas como el cómic o el cine Resident Evil no iba a ser menos, y fue así como los productores comenzaron a buscar al director perfecto para una historia como ésta, y por supuesto George A. Romero era el candidato perfecto, creador de los zombis (y desgraciadamente estancado ahí) presentó un guión un tanto excesivo y violento y que finalmente no fue admitido (cosa que me recuerda que al director de la increíble Martyrs tampoco le dejaron hacer su versión de Hellraiser actualmente). Cosas así solamente pasan en Hollywood, y nadie sabe por qué pero acabó en manos de Paul W. Anderson, considerado por muchos el Ed Wood moderno, autor de Mortal Kombat o Pulsión y guionista de como por ejemplo Castlevania u otras atrocidades del nivel de Alien vs Predator.
Aunque realmente tampoco lo hizo tan mal en la primera parte de la saga cinematográfica, y respondió bien a los iconos de la trama que podíamos haber visto en los videojuegos, creando un ambiente de enredo y terror bastante digno (sobre todo por el final de la película). El resultado que se esperaba de una saga de la calidad de Resident Evil quedó nuevamente en su paso al cine por debajo de su original plataforma. Pero llegamos a la hora de la verdad y debemos admitir que la nueva película que presenta, después de que sus funciones fueran sólo de productor y guionista en la segunda y tercera parte (bodrios para fanáticos de la franquicia), es un auténtico delirio y una tormenta de puñetazos, un sinfín de saltos mortales, y un montón de explosiones adornadas con la nueva tecnología del 3D. La historia vuelve a darnos el rostro de Milla Jovovich realizando a base de miradas de mala leche un personaje como el de Alice, y esta vez multiplicada (!) por la creación de varios clones preparados para doblegar al ejecutivo de la corporación Umbrella: Albert Wesker. Tras ello recoge a una Claire Redfield (totalmente acartonada, y sin ningún tipo de expresión o emoción posible en su interpretación) para recalar en Los Ángeles totalmente invadida por hordas de zombis.
A partir de ahí la búsqueda de una zona utópica a la que aún no ha llegado el virus (qué original) será la misión que tendrán que llevar estas dos mujeres de armas tomar, acompañadas por un breve período de tiempo por el futuro Capitán Trueno, el actor Sergio Peris-Mencheta. En conclusión, esta película es para aquella gente que le gustó la acción y la poca cabeza del guionista en la segunda y tercera parte, y para aquellos que les encanta comer palomitas mientras un bicho de tres metros mutante persigue a una voluptuosa actriz que sabes que siempre va a conseguir salirse con la suya...
Título original: Resident evil: Afterlife.
Dirección: Paul W.S. Anderson.
Países: Canadá y Alemania.
Año: 2010.
Duración: 98 min.
Género: Acción, ciencia-ficción, terror.
Interpretación: Milla Jovovich (Alice), Ali Larter (Claire), Kim Coates (Bennett), Shawn Roberts (Wesker), Sergio Peris-Mencheta (Ángel), Spencer Locke (K-Mart), Boris Kodjoe (Luther), Wentworth Miller (Chris), Sienna Guillory (Jill), Kacey Barnfield (Crystal).
Guión: Paul W.S. Anderson; basado en el videojuego de Capcom.
Producción: Jeremy Bolt, Paul W.S. Anderson, Robert Kulzer, Don Carmody, Bernd Eichinger y Samuel Hadida.
Música: Tomandandy.
Fotografía: Glen MacPherson.
Montaje: Niven Howie.
Diseño de producción: Arvinder Grewal.
Vestuario: Denise Cronenberg.
Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España.
Estreno en España: 10 Septiembre 2010.
No recomendada para menores de 13 años.
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