El alcohólico

Imagen de Anne Bonny

Reseña de la novela gráfica de Jonathan Ames y Dean Haspiel

 

Publicada por Planeta DeAgostini en su línea Vertigo.

El "mito" del escritor maldito, atrapado en un laberinto de juergas y degradación, es algo tan real (al menos en Estados Unidos) que no es de extrañar que se reincida en el carácter ficticio este cómic, El alcohólico, una y otra vez. Pero, no nos engañemos, el guionista, Jonathan Ames, se lo ha tenido que pasar bien con el deliberado y premeditado equívoco. Si no, no habría llamado Jonathan A. a su protagonista, ni hubiera conducido la historia como lo ha hecho.

De hecho, de esto va un poco el cómic que nos presenta en lujosa edición Planeta DeAgostini: de jugar con el prototipo de escritor que encarnan en nuestro imaginario autores como Bukowski, o quizás el propio Jack Kerouak nombrado por Ames, y mezclar su estilo de vida, real o literario, con vivencias de primera mano. El cóctel, sin duda, es formidable.

Más allá del retrato de la adicción que se hace en la novela (que más que El alcohólico se podría haber titulado El adicto), que es sencillamente formidable y, me temo, veraz, Ames plasma con mucha gracia las vivencias del protagonista y de la propia sociedad que le rodea. Tan fascinante es asistir a su despertar a la vida -que pivota, como en el caso de muchos los adolescentes, entre el sexo y la bebida (y alguna inquietud intelectual)- como ver por las aguas que se maneja nuestro héroe. Sin abandonar el tono tragicómico que impera, el autor es capaz de llevarnos a los entresijos de un campus para escritores o realizar el cameo de alguna celebridad (o dos) cuyos nombres no revelaré para no chafar ninguna sorpresa.

Los lápices de Dean Haspiel realzan la narración poniendo de manifiesto hasta qué punto ha sido un acierto el formato elegido. Sus personajes son expresivos y están llenos de registros, y captan muy bien el desarrollo de la historia. Sus instantáneas están llenas de fuerza a pesar de la simplicidad aparente del dibujo, que se desarrolla en un blanco y negro más bien austero, de toque underground.

De este modo, la obra en su conjunto te aferra y te sacude con fuerza, emocionando por momentos, moviendo a risa en otros, dando que pensar continuamente (en especial al cierre). Como ocurre con muchos grandes narradores, Ames y Haspiel consiguen transmitir esa sensación de estar compartiendo una confidencia con un amigo o conocido, de modo que sus vivencias terminan por interesarte sinceramente. Y te tocan.

Una lectura muy recomendable para los que busquen un cómic adulto, sobre todo si les llaman la atención los escritores malditos sumidos en las espirales implacables de la adicción y la vida.

 

Sinopsis (Cortesía de Planeta DeAgostini)

Siguiendo la orgullosa tradición de otros escritores borrachos... presentamos la historia de Jonathan A., un novelista borracho y cocainómano, confuso a nivel sexual, incorregiblemente romántico y, por supuesto, totalmente ficticio... que se parece solo por casualidad a Jonathan Ames, escritor en la vida real de obras como Wake up, sir!, The Extra Man y What’s not to love. Con un dibujo enérgico y conmovedor de Dean Haspiel (El derrotista), El Alcohólico es el primer cómic, divertidísimo y desgarrador, de Ames.

 

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