Ediciones Paidós publica El instinto del arte

Imagen de Rana Gustavo

El filósofo se pregunta si las artes están más allá de la evolución. Del creador de la web, aldaily.com.

¿Por qué determinados paisajes son los predilectos para ilustrar los calendarios de todo el mundo? Según Dutton, ha llegado el momento de abordar las disciplinas artísticas teniendo en cuenta la teoría de la evolución de Charles Darwin, es decir, de hablar sobre el instinto y el arte. Reflexiona sobre cuestiones como la universalidad del arte, la naturaleza humana, la selección sexual o la relación de los animales y el arte.

De una manera sorprendente y llamativa, Dutton trata sobre la historia del arte en sus diferentes expresiones. Uno de los ejemplos es algo tan cotidiano como los calendarios decorativos. Dutton explica cómo todos siguen el mismo patrón de diseño que compartimos todas las personas en todas las partes del planeta.

¿De qué modo los placeres que reportan los videojuegos o escuchar una fuga se derivan de procesos instintivos que existían hace decenas de miles de años? Los gustos y las preferencias del ser humano por las artes son rasgos evolutivos que se han ido conformando por selección natural. No son construcciones sociales, tal como habrían defendido la crítica del arte y la teoría académica del siglo pasado, ni tampoco vienen determinados por el entorno cultural.

Nuestro amor por la belleza es innato y muchos gustos artísticos son universales, como por ejemplo la predilección por paisajes que combinan imágenes de agua y árboles en la lejanía, pues evocan las sabanas desde las cuales evolucionamos.

Ingenioso, erudito y profundamente humano, Dutton propone nuevas vías de reflexión sobre creaciones que van desde las tallas polinesias. ¿En qué consisten placer y logro estético? Las obras de arte se cuentan entre los logros humanos más complejos y diversos, y constituyen las creaciones del libre albedrío humano y la realización consciente. Crear arte requiere una elección racional, un talento intuitivo y un nivel sumamente elevado de habilidades adquiridas que no son innatas en la persona. Cada miembro de una especie de araña tejedora de telas produce básicamente la misma red a partir del mismo código que los otros miembros de su especie. En cambio, las obras de arte tienden hacia una expresión personal que les infunde una asombrosa variedad: no hay dos versiones idénticas de los cuadros de nenúfares de Monet, no hay dos tragedias griegas iguales, y los intermezzos de Brahms son dispares entre sí; ni siquiera dos actuaciones de la misma tragedia o dos intermezzos son iguales. Las artes se caracterizan por su peculiaridad. Aúnan distintas tradiciones, géneros, la experiencia íntima del artista, la fantasía, la emoción, todo ello fusionado y transformado en la imaginación estética.

En este libro intenta demostrar por qué creer que las artes están más allá del alcance de la evolución es un error que debe corregirse. Según Dutton, el arte trata de saciar un impulso biológico. Y de aquí surgen dos teorías de la razón de ser del arte: ofrecer a las personas experiencias sin el riesgo de experimentarlo en las propias carnes y el arte como herramienta de seducción, cual pavos reales.

Charles Darwin asentó los cimientos de un estudio del arte no sólo como fenómeno cultural, sino también como manifestación natural. La evolución del homo sapiens a lo largo del último millón de año no es sólo una crónica de cómo obtuvimos una visión aguda en color, desarrollamos el gusto por los alimentos dulces y aprendimos a caminar erguidos. También es la historia de cómo nos convertimos en una especie obsesionada por la creación de experiencias artísticas con las que divertirnos, sorprendernos, cautivarnos y hacernos dudar, desde los pasatiempos infantiles hasta los cuartetos de Beethoven, desde las cuevas iluminadas por el fuego hasta el destello de las pantallas de televisión de todo el mundo.

 

ISBN 978-84-493-2357-7 # 368 pág. # 15 x 21 cm. # Rústica con solapas # 25 € # Col. Estética

 OcioZero · Condiciones de uso